Terraza Este - Antíoco I, Heracles, águila y león | cabovolo
Después de la prematura muerte de Alejando Magno en el 323 a.C., sus generales y oficiales se repartieron su imperio. Fue un proceso que se alargaría más de 20 años durante los cuales los diádocos (como eran conocidos estos generales) se enfrentaron en 6 guerras. Durante este tiempo el imperio que había construido Alejandro perdió su cohesión y acabó fragmentando en 3 estados independientes que subsistirían hasta la aparición del poder romano en el siglo II.
Uno de ellos fue el fundado por Seleuco en el 312 a.C. y al que correspondió inicialmente el territorio de la antigua Babilonia. Seleuco, sin embargo, no tardaría mucho en emprender una agresiva campaña para ampliar sus dominios, ocupando inicialmente la Anatolia y el norte de Siria, y con el tiempo llegando a hacerse con el control de casi todos los territorios asiáticos conquistados por Alejandro. Sin embargo, el Imperio Seléucida abarcaba un territorio demasiado extenso y de difícil control, por lo que Seleuco se acabó viendo obligado a ceder sus territorios del Indo al Imperio de los Mauria.
Mientras, varios gobernadores seléucidas aprovechaban la debilidad del poder central seléucida para proclamar de forma casi simultánea la independencia de sus respectivos territorios. El gobernador del territorio bactriano en el 245 a.C. fue el primero en independizarse. Poco después le seguiría el sátrapa de Partia que crearía el reino que con el tiempo se convertiría en el poderoso Imperio Parto.
El Imperio Seléucida pareció recobrar su esplendor pasado con la llegada al poder en el 223 a.C. de Antíoco III el Grande. Inicialmente, consiguió recuperar parte de los antiguos dominios sometiendo a varios de los antiguos reinos rebeldes, pero cometió el error de invadir Grecia y acabó siendo vencido por la nueva potencia del Mediterráneo, Roma. Como consecuencia de su derrota, se vio obligado a firmar un acuerdo de paz con Roma que le obligaba a hacer grandes concesiones territoriales y pagar una gran suma de dinero en concepto de indemnización. El imperio seléucida jamás volvería a ser lo que fue.
Camino de ascenso a Nemrut Dagi | cabovolo
Amanecer desde Nemrut Dagi | cabovolo
Después de la muerte de Antíoco III, las numerosas guerras civiles debilitaron la autoridad imperial y se produjo una nueva oleada de reinos que se declaraban independientes, uno de ellos el de Comagene, una provincia situada en la parte sudeste de la Anatolia, entre los Montes Tauro o y el curso medio del río Éufrates, cuyo sátrapa, Ptolomeo se auto-proclamó rey en el 163 a.C.
Comagene se convirtió en un reino rico gracias a la fertilidad de sus tierras agrícolas, las rutas comerciales que lo atravesaban y sus propios recursos mineros. Una muestra de esta riqueza son los monumentos que han llegado hasta nosotros y el gran número de celebraciones de las que se tiene constancia que se llevaban a cabo a lo largo y ancho del reino durante el año, así como el testimonio de algunos historiadores de la época como Tácito, que hace referencia a la riqueza de la familia real o las expectativas de botín que tuvieron los ejércitos romanos cuando consideraron su conquista.
Ptolomeo I fue sucedido en el trono por el rey Sames que, a su vez, lo sería por su hijo Mitrídates I que contraería matrimonio con la princesa greco-siria del vecino Imperio Seléucida, Laodice, como parte de un acuerdo de paz entre ambos reinos. A partir de este momento, el Reino de Comagene fue adoptando la cultura helenística y abandonando sus raíces persas.
Foto antigua de la terraza este, la diosa Comagene aún tenía la cabeza en su sitio | International Nemrut Foundation
Fruto de la unión entre Laodice y Mitrídates I, nació Antíoco I, el que sería el constructor del majestuoso santuario de Nemrut Dagi. De esta manera, Antíoco se vanagloriaba de tener una ascendencia de lo más selecta dentro del mundo helenista. Descendiente del primer rey greco-sirio, Seleuco I Nicátor, del primer faraón griego, Ptolomeo I, y de los reyes griegos, Lisímaco de Tracia y Antípatro de Macedonia. Todos ellos, generales en tiempos de Alejandro Magno. Todo esto sin renunciar a los orígenes persas de su padre que se remontaban a Dario I, el Rey de Reyes persa. Algunos historiadores, sin embargo, cuestionan estos grandiosos orígenes de la familia real de Comagene y ven bastante más probable que se tratara de una dinastía local helenizada.
Pero aún más diverso que los orígenes de Antíoco I, lo era su reino, dentro del cual, la población local de origen semítico convivía con la de origen persa, griego o macedonio. Esta convivencia, sin embargo, no estaba exenta de tensiones y conflictos. Antíoco I, consciente como era de ello, se embarcó en un programa religioso que proporcionara cohesión a su reino unificando las diferentes creencias de sus súbditos. Al mismo tiempo, aprovechó la ocasión para reforzar su autoridad, situándose él y su familia a la misma altura que los nuevos dioses, instaurando así un culto a la familia real.
Este proceso no fue exclusivo de Comagene. En otros reinos helenísticos también se combinó el culto de dioses locales con el de los tradicionales dioses griegos. En Egipto, por ejemplo, se crearon nuevas deidades, como Serapis, un intento de armonizar las creencias tradicionales locales con las helénicas, creando un dios que pudiera ser venerado tanto por griegos como egipcios. Tampoco fue Antíoco I el primero que se situó a la altura de los dioses. Otra vez en Egipto, siguiendo con la tradición de los faraones, Ptolomeo II proclamó a su padre como dios y se autoproclamó a sí mismo como dios viviente. En otros lugares, sin llegar a alcanzar el mismo grado de divinidad que los dioses tradicionales, las estatuas de algunos reyes que se habían destacado por sus logros o conquistas militares también se veneraban en templos de otras deidades.
Vista aérea de la cima de Nemrut Dagi
Esquema de las diferentes partes del santuario | Maurice Crijins
Los tronos | Commagene Nemrut Conservation Development Programme
Como parte de su plan, Antíoco I construyó el santuario en la cima del Monte Nemrut, una de las más altas de su reino (2.134 metros), un lugar elevado y sagrado para estar lejos de los hombres y cerca de los dioses, el lugar ideal para la construcción de los “tronos de todos los dioses” sobre unos cimientos que jamás serían demolidos. El santuario estaría coronado por el que tenía que ser su túmulo funerario, de una altura de 50 metros y un diámetro de unos 150, cubierto por millones de pequeñas piedras calizas. Alrededor del túmulo, se excavaron en la roca 3 terrazas, sólo para la construcción de la situada al este fue necesario extraer unos 1.500 metros cúbicos de roca de la cima y así ganar el suficiente espacio. La construcción del santuario supondría en cierta manera la decapitación de la montaña.
Los peregrinos debían ascender al santuario siguiendo un camino procesional que los llevaba hasta la terraza este, donde se encontraban con 5 estatuas de casi 9 metros de altura de varios dioses, flanqueadas por las de un par de águilas (mensajeros de los dioses) y leones (guardianes del lugar). Los dioses, que estaban sentados en tronos, eran de izquierda a derecha: Apolo-Mithra, la diosa de Comagene (una personificación local de la diosa griega Tyche, que regía la prosperidad y el destino de una comunidad, en este caso, Comagene), Zeus-Oromasdes (el padre de todos los dioses), el rey Antíoco I y Heracles-Artagnes-Ares. La estatua de Antíoco estaba situada como un dios más entre el resto, a su mismo nivel y de su misma altura.
Las estatuas de los dioses han llegado hasta nuestros días en muy buen estado de conservación, aunque, probablemente a causa de los terremotos, las cabezas y los cuerpos se encuentran separados, habiendo sido estas últimas colocadas a los pies de los cuerpos sentados. Contemplándolas hoy en día, se puede comprobar el origen dual de los dioses, con un atuendo y peinado persas, pero unas facciones griegas. La terraza se completa con una plataforma de piedra y que sería usada en durante las ceremonias como altar.
La terraza oeste es casi idéntica a la este, los mismos dioses siguiendo la misma distribución (conocida como hierotesion), aunque adaptada ligeramente al terreno. Las caras se encuentran mejor conservadas, pero los cuerpos se encuentran esparcidos por el suelo, aunque se está considerando la posibilidad de volverlos a colocar en su posición original.
Antíoco I Terraza Este | cabovolo
Tanto en esta, como en la anterior terraza, en la parte posterior de los tronos de los dioses existen varias inscripciones en griego. Es lo que se conoce como la “ley divina de Antíoco”, una ley “proclamada por mí, pero que proviene del poder de los dioses” y que Antíoco pretendía revelar al “pueblo de Comagene, a los extranjeros, a los reyes y gobernantes, a los hombres libres y a los esclavos, a todos los que forman parte de la Humanidad y solo se diferencian por nacimiento o destino”. A modo de testamento, pide a “todas las futuras generaciones de hombres que posean esta tierra” que respeten esta “ley sagrada”.
Antíoco reconoce su más profunda convicción que “la piedad es no solo la posesión más importante que los hombres pueden obtener, sino que además es la que proporciona el gozo más profundo”. Por ello, cuando recibió el trono de su padre, anunció “piadosamente” que Comagene se convirtiera en la “morada común de todos los dioses” y decoró “las representaciones de sus formas, a la manera de los persas y los griegos”. Antíoco atribuye la buena fortuna que le acompañó durante toda su vida y que le permitió “escapar, contra toda expectativa, de los más grandes peligros, rico en años y felicidad” a su “santidad” a la que siempre consideró como el “más seguro guardián” de su reino.
Pero, aparte de mostrar su agradecimiento a los dioses y a sus gloriosos antepasados, se detallan las leyes y mandamientos del reino y se describen las celebraciones que se llevaban a cabo en Nemrut anual y mensualmente.
En otra sección de la inscripción Antíoco I explica como construyó los cimientos de “esta tumba sagrada” para que fueran indestructibles y resistieran los estragos del tiempo y preservar así la “forma exterior de su persona”. Sin embargo, y aunque en varias ocasiones se han intentando excavar túneles en el interior del túmulo con la esperanza de encontrar la cámara mortuoria, muy probablemente los primeros en hacerlo fueron los romanos para intentar hacerse con sus riquezas, y más recientemente los arqueólogos; no se ha podido dar con ella. Algunos creen que lo más probable es que, al tratarse de una cima rocosa, la cámara fuese excavada en la roca y después cubierta con las piedras del túmulo.
De la terraza oeste también se ha conservado una serie de losas de piedra en las que se puede ver a Antíoco dando la mano a los dioses Apolo, Zeus y Heracles. En otra losa, la conocida como el “horóscopo del rey”, aparece un león con la alineación de varias constelaciones con Júpiter, Mercurio y Marte. Según unos, indicaría la fecha del 10 de julio de 62-61 a.C., día en que Antíoco fue investido como rey por los romanos. Según otras fuentes, sería la fecha de comienzo de construcción del santuario.
La terraza norte, que comunicaba las dos anteriores, carecía de estatuas colosales, aunque contaba con un gran friso escultórico, del que hoy en día sólo se conservan unas cuantas losas en las que se muestran los antepasados persas y macedonios del rey Antíoco I.
El santuario de Nemrut era utilizado en algunas de las muchas ceremonias religiosas que se llevaban a cabo durante el año en Comagene o banquetes en honor de personajes ilustres del reino ya fallecidos. Las dos celebraciones más señaladas eran el 10 del mes de Audnaios (luna de diciembre) del calendario macedonio y el 16 de Loos (luna de julio). El día de la coronación de Antíoco I y el del “nacimiento de su cuerpo natural”. Estos dos festivales se celebraban de forma anual, cuando durante dos días se paraba toda la actividad en reino, pero también se repetían cada mes.
Durante estas ceremonias, los sacerdotes, vestidos al modo persa, adornaban con coronas de oro las cabezas de los dioses, ofrecían sacrificios (no especificados) en los altares situados a sus pies y les realizaban ofrendas de incienso e hierbas aromáticas. Además, alentaban a los súbditos a estar alegres y disfrutar del vino y la comida mientras escuchaban la música sagrada que tocaban los músicos del templo, puesto que no eran sólo celebraciones en honor de la grandeza de Antíoco, sino también de la propia buena fortuna de cada uno de los que participaban.
En el plano político, a Antíoco I le tocó lidiar con la expansión de Roma por Asia Menor hasta llegar a las puertas de su reino. Aunque hábilmente consiguió alcanzar un acuerdo de paz con el general Pompeyo y, unos años más tarde, el senado romano le concedería la toga praetexta, una distinción reservada únicamente a los más fieles aliados y amigos de Roma. Comagene se convirtió así como el único estado de Asia Menor que consiguió sobrevivir, pero encajonado entre dos poderosos enemigos: Roma y el Imperio Parto.
Antíoco I no se diferenció demasiado de los que le antecedieron en el trono. Comagene nunca fue un reino poderoso y fue únicamente acomodándose a las potencias que lo rodeaban y al ejercicio de una hábil diplomacia como consiguió mantener su independencia. Si bien, en tiempos de Antíoco I esta era cada vez más reducida, hasta el punto que historiador Michael Alexander Speidel, cree que a partir de la alianza con Roma, se puede considerar Comagene dentro de las fronteras del imperio romano, reservándose Roma la potestad para intervenir en los asuntos internos del reino así como de elegir quien debía de ocupar el trono.
Inscripciones en la parte posterior de los tronos de la terraza oeste | cabovolo
Apolo y Comagene – Terraza Oeste | cabovolo
Zeus – Terraza Oeste | cabovolo
En su calidad de “más leal aliado de Roma”, Antíoco era el encargado de la protección y vigilancia de la frontera de la provincia romana de Siria. De esta manera, Antíoco I fue el primero en informar a Cicerón de que los partos habían comenzado a cruzar el Éufrates. Antíoco también tomó parte en los conflictos internos de Roma, como la guerra civil que enfrentó a Julio César y Pompeyo, en la que proporcionó tropas a este último.
Sin embargo, una vez los partos fueron derrotados por Marco Antonio en el 38 a.C., los romanos cambiaron de postura hacía el reino de Comagene y pasaron ambicionar sus tesoros. Marco Antonio ordenó poner cerco a Samosata, la capital de Comagene. No queda muy claro que ocurrió, pero al final Antíoco pudo evitar la invasión y llegó a un acuerdo de paz con Roma.
Antíoco I fue sucedido en el trono por su hijo Mitrídates II, que, a su vez, lo sería por su hijo Antíoco III. Antítoco III fue capaz de mantener la frágil independencia de Comagene ante Roma, pero a su muerte el emperador Tiberio anexionó el reino a la provincia romana de Siria, probablemente porque no veía ningún sucesor capaz de mantener la unión y la estabilidad de Comagene. Fue una decisión temporal y en el 39 d.C. el emperador Calígula reinstauró el reino colocando al hijo de Antíoco III, Antíoco IV, en el trono. Una decisión que en el fondo no dejaba de ser un mero cambio administrativo, ya que, a pesar a ser reino, Comagene era un mero títere de Roma.
Esta situación se prolongaría hasta el año 72 d.C. cuando el emperador Vespasiano, en medio de sospechas de una posible alianza de Comagene con el Imperio Parto, creyó que no podía seguir confiando en los monarcas de Comagene para controlar el estratégico paso del Éufrates en Samosata e invadió el reino. Antíoco IV fue derrotado y huyó, siendo finalmente recibido con honores por Vespasiano en Roma, donde llevó una vida bastante glamurosa gracias a una generosa asignación monetaria del emperador. Comagene, finalmente, acabó anexionado a la provincia de Siria. Es probable que el santuario de Nemrut fuese saqueado por los romanos y el ejército de Comagene pasara a integrarse en las legiones romanas.
No queda claro si con la pérdida de la independencia de Comagene se puso fin al culto a su familia real o este ya se había abandonado unos años antes, aunque es cierto que los descendientes de Antíoco I continuaron con la tradición de ser enterrados en las proximidades de Nemrut. En cualquier caso, de poco serviría que Antíoco I hubiera dispuesto que los sacerdotes e hieródulos de Nemrut estuvieran libres de cualquier otra obligación para poder dedicar sus vidas a perpetuar los rituales. Un honor que tenía que pasar a sus hijos y después a los hijos de sus hijos y así sucesivamente, de manera que los rituales se continuaran celebrando eternamente.
Antíoco I y su familia acabaron cayendo en el olvido y, años después, cuando la población cristiana ocupó la región atribuyeron la construcción del santuario al legendario Nemrod, el tirano al que la tradición atribuye la construcción de la Torre de Babel, al que creyeron reconocer en alguna de las estatuas y de quien acabó tomando prestado el nombre el monte.
Sería Charles Sester en 1881 el que rescataría del olvido a Nemrut. En aquel tiempo la zona debía tener un aspecto muy diferente al que tiene ahora, pues, según el testimonio de otro alemán que visitó la zona hace unos 100 años, era un auténtico vergel con árboles que cubrían sus laderas y valles.
Después del descubrimiento de Sester, las ruinas fueron excavadas por arqueólogos alemanes y más tarde por el experto en arte turco, Hamdi Bey. Sin embargo, y pese a su espectacularidad, no fueron todo los estudiadas como debían al no despertar el suficiente interés entre los arqueólogos. Los clásicos porque las encontraban demasiado orientales y los interesados en arte oriental porque las encontraban demasiado clásicas.
Terraza Este | cabovolo
La situación cambiaría con la aparición en escena de Theresa Goell, una mujer de Nueva York que había estudiado arte durante 4 años en la Universidad de Cambridge y unos años más tarde había ampliado sus estudios en arte europeo y prehistórico en la Universidad de Columbia. Fue entonces cuando uno de sus profesores le sugirió que investigara sobre el santuario de Nemrut, aprovechando esa falta de interés que había propiciado que hubiera sido poco estudiado. Theresa conseguiría visitar por primera vez el Monte Nemrut en 1947, al que volvería en 1951. Theresa quedó tan fascinada que no le importó dejar su anterior vida en Nueva York, dejando allí a su marido e hijo y marchar en 1953 a Turquía para comenzar las excavaciones con el apoyo, entre otros, de la National Geographic Society.
Theresa se convertiría junto al arqueólogo alemán Friedrich Karl Dorner en uno de los máximos estudiosos del reino de Comagene. Además de Nemrut, realizarían excavaciones en la vecina ciudad de Arsameia y en otras ciudades del reino, rescataron así del olvido a Antíoco y a su desconocido reino, de manera que los peregrinos, ahora en forma de devotos turistas, volvieron a peregrinar a su santuario.
PS(i): Las fotos son del pasado 2 de septiembre, que tuve la suerte de poder visitar el Monte Nemrut, una excursión que recomiendo antes de que las trasladen a un museo, que, por otra parte, quizás sea lo mejor para su conservación. Más fotos en panoramio.
PS(ii): El Imperio seléucida desapareció más de un siglo antes que Comagene. Aunque muy disminuido en territorios y poder, consiguió sobrevivir hasta el 63 a.C., en parte porque ninguno de sus vecinos estaban interesados en hacerse con él, pues les resultaba más útil como estado tapón entre todos ellos que como parte de sus territorios, pero ese año el general Pompeyo cansado de la inestabilidad que suponía para la región las interminables guerras civiles seléucidas lo acabó incorporando a la provincia de Siria.
Enlace permanente a Los olvidados dioses del Monte Nemrut
+posts:
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- Monte Athos, el jardín de la Virgen María
- El monasterio imposible de la isla de Skellig Michael
- Santa Catalina del Monte Sinaí
+info:
- Commagene in Encyclopedia Iranica
- Kingdom of Commagene in en.wikipedia.org
- Antíoco I Theos of Comagene en es.wikipedia.org
- Early Roman Rule in Commagene (PDF) by Michael Alexander Speidel
- History in International Nemrud Foundation
- Nemrut Dag in UNESCO
- Animación que muestra una reconstrucción virtual de Nemrut Dagi in Learning Sites
- Commagene Nemrut Conservation Development Programme
Ya sabíamos que el viaje a Turquía iba a dar frutos :D
ResponderEliminarMuy interesante el asunto del reino de Comagene, espero que en el futuro trates más de estos paises que no suelen aparecer mucho, como los dacios, o los principados de la India.
Qué artículo tan trabajado. Un estupendo tiempo de lectura y aprendizaje histórico, enhorabuena.
ResponderEliminarCostó un poco llegar, pero Nemrut lo merecía, por diferente y poco conocido. Es lo que más me gustó del país, y de muchos otros sitios, así que es el post era inevitable ;-)
ResponderEliminarDe hecho, ahora me han entrado ganas de visitar Egipto, sus pirámides y templos. Aunque quizás una de las cosas que más me atrajo de Nemrut fue lo poco "visto" que estaba, fue toda una sorpresa descubrirlo, cuando me lo dijo un amigo, y visitarlo.
Un poco aquello de decir, cómo es que no había oído nunca nada de este sitio?
También que se encuentre en un lugar relativamente aislado en la cima de una montaña.
Respecto a lo de hablar de país que no suelen salir tan habitualmetne en el blog, Saturnino, reconozco que soy más aficionado de otras épocas, que de los "tiempos antiguos".
Quizás porque a veces se sabe y se ha conservado tan poco de los pueblos de esas épocas. Por ejemplo, en el caso de Comagene de haberse perdido las inscripciones de Nemrut Dagi o Arsameia, se sabría no demasiado, y Nemrut Dagi solo lo podríamos ver en reconstrucciones virtuales.
Cualquier sugerencia es bienvenida... de unos tiempos, países y de otros ;-)
Mannelig, encantado que te haya gustado ;-) La verdad que me ha llevado más tiempo que otros posts. Además, tenía que seleccionar las fotos y tenía tantas :-D
Saludos!
El amigo soy yo, jejeje xD
ResponderEliminarEstoy seguro que en otros lugares del mundo nos esperan sitios como este. Nos faltó visitar las ruinas paleoliticas de Göbekli Tepe:
http://www.gobeklitepe.info/galery.html
pero hasta ese momento, si os somos sinceros, no habíamos oido hablar de ellas.
Un tema interesante para abrir un post
Oscar, bienvenido a esta tu casa, por la que hacía demasiado que no te parabas a comentar :-D
ResponderEliminarSe nos quedó Gobekli en el tintero. Yo había el anuncio de aquello del "templo más antiguo", pero me sonó a marketing de este que se gasta mucho últimamente, pero viendo las fotos de nuestro compi de viaje, valía la pena :-(
De todas maneras, Nemrut creo que está a otro nivel, aunque se más "moderno". De hecho, fue lo mejor de todo el viaje. Una auténtica sorpresa que compensó toda la preparación ;-)
Saludos!
Bienvenido de vuelta, ¡menudo viajecito te has pegado!
ResponderEliminarBueno, ya volví hace unas semanas ;-)
ResponderEliminarNo estuvo mal el viaje, la visita a Nemrut desde luego que mereció la pena.
Un abrazo, Vida2.0!
Te leo desde hace tiempo con gran fascinación. Como siempre, un artículo es extraordinario. He aprendido un montón gracias a tu dedicación por contar historias poco conocidas. Gracias por estar ahí :)
ResponderEliminarMuchas gracias a ti, Warren, por tu comentario.
ResponderEliminarLa verdad que yo también aprendo cosas ;-) Sabía muy poco de todos estos reinos helenistas y, con el estímulo de Nemrut, ahora desconozco un poquito menos.
Saludos y bienvenido como comentarista ;-)
Estuve hace un par de años por Turquía y la verdad es que Nemrut Dagi es increible...
ResponderEliminarA mi personalmente me gustó más la zona Kurda (pegada a la frontera con Siria), sobretodo por la gente...
Turquía es expectacular vayas donde vayas...
En el Nemrut pasamos noche en la caseta de arriba... que experiencia!!!... no dormimos mucho, pero no madrugamos demasiado para ver el amanecer...
Ver amanecer desde Nemrut Dagi es espectacular. Mucha gente que visita Turquía se le escapan estas maravillas por temer acercarse demasiado al Kurdistan, pero yo he vivido allí y puedo asegurar que no se corre peligro.
ResponderEliminarFelicidades por este artículo.
Muy buen articulo, me ha encantado :D
ResponderEliminarDebe de ser chulo dormir allí arriba, en verano, eso sí ;-) Nosotros nos levantamos a las 3AM :-D
ResponderEliminarCreo que esta zona y alrededores es muy diferente de la zona más turística, que es más parecida al Mediterráneo español. Nosotros fuimos en un tour organizado de 3 días desde Capadocia, Llegamos hasta Harran y Sanliurfa, muy interesante.
En Sanliurfa estuvimos una tarde y sólo vimos una pareja de turistas. He de admitir que al final nos sentimos algo descolocados, pero fue toda una experiencia, ver la otra Turquía.
De hecho, me picó el gusanillo de ver más países de esa zona.
Diana, nosotros en principio miramos de ir por nuestra cuenta, y de Nemrut alargar hasta Diyarbakir y de allí hasta el lago Van, que hay algunas iglesias armenias interesantes, pero al final decidimos ir con un tour.
Cómo fue tu experiencia viviendo allí?
De todas maneras, ahora parece que la cosa está bastante más tranquila que en el pasado. Es lo que nos dijo la gente. Además, parece que el gobierno turco si que quiere potenciar más el turismo por la zona.
Gracias, fail, el objetivo del post era animar a la gente a ir por allí y rendir tus respetos a Antíoco :-D
Me ha sorprendido encontrar tanta gente que haya visitado Nemrut Dagi. Antes de ir, no encontré a nadie. Como mucho, gente que quería ir en el futuro o gente que había estado en Turquía y lo había visto en la guía. Un placer!
Que alegria me ha dado ver en tus lares que andas activo y sacando partido de esas seguro que merecidisimas vacaciones(en las que espero hayas disfrutado)y con animos renovados para deleitar a tus fanes y "fanas"(juas)de las maravillosas historias que nos das y daras.....seguro.
ResponderEliminarUn sincero abrazo y saludos.
Jajaja!
ResponderEliminarComo prueba de que no olvido a unos ni a otras, valga este post ;-)
Un abrazo Pumuky y vigílame a Elzo!
felicidades al autor del blog que nos ilumina con cada entrada... ojala algun dia brinques el "charco" y visites mi pais, México, (con equis y no con jota). Te aseguro que quedarás asombrado con lo que tenemos por acá, y no solo con lo "tradicional" de Teotihuacan y el Templo Mayor. una vez mas, felicidades y éxito.
ResponderEliminarMuchas gracias, anónimo mexicano (con x no con j ;-) )
ResponderEliminarEl blog sí que visitó tu país, o una parte que aún no se ha encontrado como la Isla Bermeja, pero a mí, aún me queda.
Después de Nemrut, ha renacido en mí el interés por las pirámides, no sólo las de Egipto, sino también las mexicanas.
De hecho, hace unos meses, vi un programa sobre las culturas pre-colombinas y salían unas cabezas perdidas en la selva, ahora no recuerdo si era en México o Guatemala (tengo que investigarlo) que guardan un cierto parecido con Nemrut.
Un saludo y cualquier sugerencia sobre temas de tu tierra serán bienvenidas ;-)
Amic meu (soy Òscar) ¿no te referiras a las cabezas Olmecas de méjico?
ResponderEliminarcreo que la primera vez que vi una fue en un cómic de TinTin que ya no tengo ¿es posible?
Exacto, esas mismas!
ResponderEliminarYa sabes, para otro año ;-)
Nada mas imaginarme lo dificil que fue realizar esas esculturas de esos dioses en aquel tiempo me asombra... pobre gente que les toco hacer eso...
ResponderEliminarYo también lo pensé Marisol. En estas obras majestuosas, aparte del rey, siempre hay los que les toca picar piedra :-(
ResponderEliminarEn este caso, además, había mucha piedra que picar en la cima.
Saludos!
Porque eres cliente habitual, porque estas son horas más de cerveza que de café ;-)
ResponderEliminarPero bueno... un abrazo y café para Miguel!
Increible sitio del que nunca había oido hablar... si tengo la oportunidad seguro que no me lo perderé, un saludo!
ResponderEliminarCorvux, encantado de que te haberte motivado a visitarlo.
ResponderEliminarA mí, me ha encantando y, aunque dudé en si ir o no ir, porque está un poco alejado, mereció la pena.
Fueron 3 días desde Capadoccia, 1 para ir, otro de visitas y otro para volver. Aunque el primer día visitamos alguna cosilla por el camino, pero, repito, valió la pena y es, sin duda, lo que más me ha gustó.
Saludos!
cabovolo:
ResponderEliminarPermíteme corregir una errata:
Según unos, indicaría la fecha del 10 de julio de 62-61 a.C., día en que Antíoco fue envestido (INVESTIDO) como rey por los romanos. Según otras fuentes, sería la fecha de comienzo de construcción del santuario.
Lo que hace una vocal. Por cierto que hay erratas históricas y curiosas.
Excelente entrada, pardiez... como siempre.
Muchas gracias, Krollian, necesito un corrector/editor.
ResponderEliminarCorregido! Lo peor de editar/corregir una entrada de blogger ya escrita es es que a veces el editor la pone patas arriba :-D
Cuenta, cuenta, alguna errata curiosa e histórica ;-)
Un abrazo! Encantado que te haya gustado la entrada :-)
¡Ya te echábamos de menos! Lo primero y más importante: tienes que buscarte algún esclavo que te ayude a redactar y a investigar más temas.
ResponderEliminarYo tampoco conocía el sitio. Había estado en la parte occidental y central de Turquía, y había hablado de hacer en algún momento un viaje por la costa del mar Negro y el este: Sinope, Trebisonda, Kars, pero está bien saberlo. Ya hay otro sitio para apuntar a la lista. ¿Y qué tal Sanliurfa (la antigua Edesa)?
Por otro lado, ¿es realmente fácil mover por tu cuenta por estos sitios? No pienso tanto en la seguridad, que si tienes cuidado y no te sales de las zonas turísticas no pasará nada, como el tema del idioma, por ejemplo, ¿están preparados?
En fin, otro lugar para la lista, como Monemvasia y Mistra. De estos ya había oído hablar, pero no te hacer una idea de lo que son realmente hasta que no ves una foto.
Por cierto, ¿para cuándo algo de las colonias o de África?
Bogorchu, jajaja!
ResponderEliminarTienes que comprender que para la parte gráfica de este post tuve que hacer unos cuantos de miles de kilómetros :-D De ahí el retraso, superior a lo habitual, de su publicación ;-)
Nosotros también barajamos la opción de llegar hasta Trebisonda, aunque quedaba bastante retirado, así que cambiamos de ruta.
La guía nos dijo que la zona del Mar Negro era muy bonita, y por lo que vi en varías guías tenía pinta de ello ;-)
Nuestro primer plan era llegar hasta la zona del Lago Van, visitar la isla de Akdamar (tiene una iglesia armenia muy interesante y el entorno, creo que lo vale), pero al final los descartamos, también.
Respecto a lo de moverte, pues depende de lo "lanzado" que seas. Nosotros fuimos con un tour organizado desde Capadoccia, 3 días, teníamos dudas de si ir por nuestra cuenta, pero al final creo que acertamos yendo con guía.
En Sanliurfa, por ejemplo, era un "lost in translation" total, en toda la tarde sólo vimos otra pareja de turistas, muy diferente de la Turquía turística, y eso que Sanliurfa suele ser parada de los tours que van al Monte Nemrut.
Luego está el tema de la conducción que en las ciudades tenía pinta de ser bastante caótica.
Por los sitios que parábamos un poco más de lo mismo, no parecían demasiado acostumbrados a los turistas, te sentías un poco como pez fuera del agua.
Ya te digo, depende un poco de cada uno, pero... Si alguno de los lectores que también lo ha visitado ha ido por su cuenta, que diga como les fue ;-)
Mistra, es un "must" para todos los interesados en el Imperio Bizantino, también es bonito el entorno. Monemvassia, no sabría que decirte que es más impresionante si el entorno o el lugar. Ah! Y Meteora, no te lo olvides!
Otro sitio que me gustaría visitar, aunque me parece que es un destino algo complicado, es Armenia. También me gustaría Georgia,... bueno casi toda esa zona del Caucaso, aunque de momento creo que es mejor dejar pasar un poco el tiempo.
Sobre otros lugares, aunque reconozco que tengo más interés por unas épocas y unas zonas, sin desmerecer las otras, cualquier sugerencia, aparte de las que ya me distes sobre los exploradores será bienvenida ;-D
Saludos!
Veo que tuviste un viaje muy inspirador. Un gran artículo, me ha acercado a una cultura que desconocía por completo.
ResponderEliminarSaludos
Tripiyon
Tripiyon,
ResponderEliminarYa antes de visitarlo, cuando me comentó de su existencia mi compi, ya creía que valdría la pena escribir un post, pero cuando subí allí arriba aún más ;-)
Yo también desconocía casi todo de esa época y de esa zona y, de todas maneras, es un pena que se sepa más bien poco :-(
Resumiendo, si vas por allí, no te pierdas Nemrut :-D Además, después de investigarlo, aún me resulta más interesante :-D
Saludos!
Un paisaje digno de ver y una increíble entrada del blog.
ResponderEliminarPyrat, sin duda.
ResponderEliminarSi tienes ocasión, no dudes en pasarte por Nemrut.
A mí, me encantó y es que antes de ir no tenía claro si valía la pena perder 3 días para verlo ;-)
Saludos!
Muy buen artículo. Es la primera vez que visito tu blog, y la verdad es que me parece muy bueno.
ResponderEliminar¡Saludos!
Encantado de que te guste. Un placer!
ResponderEliminarBienvenido! Y que no sea última vez que te pasas por aquí ;-)
Perdón, pero en la foto que pone en el pie "Apolo y un águila – Terraza Este"... ¿Estás seguro que "eso" es un águila? Más bien parece una serpiente.
ResponderEliminarJajaja! Pues sí que se parece un poco.
ResponderEliminarSi te quedas más tranquilo, puedes ver el cuerpo de uno de esas cabezas de águila en la foto "Inscripciones en la parte posterior de los tronos de la terraza oeste", a la izquierda del todo.
Saludos y bienvenido!
Gracias por la lección de historia. Estuve en el Nemrut Dagi el 1999 con motivo del eclipse de sol de aquel año. Hicimos noche en una residencia al pié del monte para subir de madrugada y ver la salida del sol y al lado la incipiente luna creciente un dia después del eclipse. Elazog, Malatya, Diyarbakir, Batman ...y también Hattusa (Alacahöyük), la capital de los hititas y las excavaciones del poblado neolítico de Çatalhöyük
ResponderEliminarQué envidia, Francisco!
ResponderEliminarQué vacaciones más arquológicas :-D Sólo te falto Gobekli Tepe. Un americano que conocímos en Turquía estuvo y nos enseñó las fotos y valía la pena.
Nosotros sólo fuimos a Arsameia, Sanliurfa y Harran, por esa zona.
La capital de los hititas nos hubiera gustado visitarla y, en un principio, pensábamos ir a Diyarbakir. Qué tal estaba entonces? Porque en aquel tiempo el conflicto kurdo estaba en su punto álgido.
Saludos!
Hola Bovolo. después de la detención de Ocalan en el 1999 (creo que fué en Enero) toda la zona estaba muy copada por los soldados. Como hicimos el recorrido por el Kurdistan turco en tres furgonetas de 10 ocupantes cada una, los soldados nos pararon varias veces y nos pedian el pasaporte. No llegamos tan al sur como para visitar Gobleki Tepe. La ventaja que tenia el grupo es que aparte de viajar todos como aficionados a la astronomia, habia cuatro arquéologos y entre ellos un alemán que habia estado en excavaciones. Como sabrás los alemanes son los principales arqueólogos extranjeros que han intervenido en Turquia, aunque los turcos no perdonan que el altar de Pérgamo se encuentre en Berlin. Saludos
ResponderEliminarFrancisco, con ese grupo las visitas debieron de ser muy interesantes. El eclipse, qué tal?
ResponderEliminarGobleki es cierto que está más al sur. Está cerca de Sanliurfa, pero Sanliurfa está un poco retirado de Nemrut.
Lo del altar es cierto. Por cierto, este año pasé por Pergamo, aunque hace bastantes años que visité su altar en Berlin ;-)
Saludos!
Hola me gustaria visitar el nemrut dagi desde gorrme en la capadoccia yendo en coche de alquiler , sabes de alguien que lo haya hecho asi ?!? Es que los tours me parecen demasiado caros por lo que he visto son 8o 9 horas de viaje un saludo
ResponderEliminarBueno yo fui en un tour de 3 días desde Goreme. Creo que los hay desde 150 a 200 euros por persona.
ResponderEliminarAl final, aunque son 3 días el único día interesante es el del medio. En que se visita Nemrut y Arsameia. También Urfa y Harran. El resto de días son de desplazamiento (furgoneta) básicamente, con visitas menores.
Respecto a ir por tu cuenta, pues no sabría que decirte. Creo que depende de tu nivel de aventura.
Esta zona es la Turquía profunda. Las carreteras no son malas. Aunque sí hay un tramo de montaña uno de los días, pero me refiero a que no se ven casi extranjeros (en el monte sí), pero que no es como ir a Capadoccia o la costa.
Así que depende de ti, yo y mi amigo, en un principio habíamos reservado coche, pero al final cambiamos y decidimos ir con un tour. Si vas por tu cuenta vas más a tu aire, desde luego, aunque el tour tampoco estuvo mal, no era el típico viaje en grupo de gente mayor en el que casi no se camina y se visitan tiendas (alguna, pero breve).
Saludos!