sábado, 26 de enero de 2008

Barings Bank, antes que Société Générale

El Barings Bank era el banco mercantil más antiguo del Reino Unido, fundado el 1762, había financiado las guerras napoleónicas, la compra de Louisiana o la construcción del canal Erie. Era el banco de la Reina Isabel, sin embargo en el curso de unos días pasó de una posición de solvencia a la bancarrota. Pero lo que realmente sorprendió al mundo fue que el causante de todo era un único empleado, que lo hundió desde una pequeña oficina de Singapur.

El empleado en cuestión era Nick Leeson, que tras pasar por diferentes trabajos en varios bancos había acabado en el Barings. Tras una breve temporada en la oficina Jakarta, donde tuvo actuación brillante, fue nombrado General Manager de la nueva oficina en Singapur para operar en el mercado de futuros de la bolsa de Singapur.

En esta oficina se encargó de seleccionar sus propios subordinados y no respondía anteaningún superior local. En un principio las cosas le fueron bien, consiguiendo grandes beneficios para el banco. Sus gestiones llegaron a reportar el 10% del total de los beneficios del banco, lo cual le reportó un gran prestigio dentro del banco.

Sin embargo la suerte cambió y empezó a usar una cuenta que usaba el banco para corregir errores internos para esconder sus propias pérdidas. Aunque lo normal hubiera sido que el jefe de inversión (que debería actuar como supervisor) no fuera a su vez un corredor, los gestores del banco permitieron que Nick ocupara ambos cargos a la vez, por lo que actuaba sin ninguna supervisión local.

Para finales del 1992 las perdidas de Leeson excedían los 2 millones de libras, sin embargo para intentar cubrirlas cada vez aumentaba más su apuesta, pero con escasa fortuna, por lo que las pérdidas llegaron a ser de 208 millones a finales del 1994, pero los gestores del banco aún las desconocían.

El principio del fin ocurriría el 16 de Enero del 1995, cuando Leeson puso una orden de futuros en los mercados de Singapur y Tokyo, básicamente apostando que la bolsa japonesa no se movería de manera repentina en los próximos días. Sin embargo la mañana del día 17 sucedió el terremoto de Kobe, lo cual hundió los mercados asiáticos y con ellos la apuesta de Leeson. En un intento un tanto desesperado Leeson siguió con su estrategia de asumir más riesgo, y realizó una serie de inversiones apostando que el índice Nikkei de Tokyo se recuperaría de manera rápida, lo cual no ocurrió y aún agravó más su situación.

Consciente que la situación ya no tenía solución, Leeson dejó un nota diciendo "Lo siento" y huyó el 23 de febrero. Las pérdidas alcanzaron los 827 millones de libras, dos veces la cantidad de dinero que el banco tenía disponible para inversión bursátil, y el banco fue declarado en quiebra el 26 de febrero.

Como corredor de bolsa Leeson tuvo muy mala suerte sin embargo su actuación no es del todo extraña, especular sin conocimiento de los superiores para recuperar pérdidas es una cosa que pasa de tanto en tanto en este tipo de bancos. Cuando el empleado que lo hace es descubierto normalmente es despedido, pero ni él ni el banco están interesados en airear el asunto, sin embargo en su caso era inevitable ya que la bancarrota del banco no se podía ocultar y esto es lo que hizo su caso especial.

Leeson fue detenido el 2 de Marzo y siendo acusado de fraude por engañar a sus superiores ocultándoles el riesgo de sus actividades así como el volumen de sus pérdidas. Aunque muchos expertos responsabilizan igualmente al deficiente sistema de auditoría interna y de gestión de riesgo del banco. Así las autoridades de Singapur afirmaron que el management del banco debería haber conocido el volumen de las pérdidas escondidas en la cuenta de errores.

Otro hecho al que se puede achacar esta falta de control fue que el banco se encontraba en un proceso de reorganización interna tras haber fusionado varias de sus divisiones. Este entorno fue aprovechado por Leeson que además de ser un mentiroso muy bueno, según el mismo reconoce en su biografía, era experto en explotar las inseguridades de las personas. De esta manera consiguió que la gente en la sede de Londres no se atrevieran a hacerle según que preguntas ante el riesgo de quedar como estúpidos, y más ante él que era toda una celebridad en el banco.

Leeson fue sentenciado a 6 años y medio de cárcel en Singapur aunque salió antes tras diagnosticársele un cáncer de colón que finalmente superó. Durante su estancia en prisión escribió su biografía "Rogue Trader" en la que posteriormente se basó la película del mismo nombre. Por lo que respecta al Barings, fue comprado por 1 libra por el banco holandés ING que a cambio se hizo cargo de todas su responsabilidades.

*foto 1: logotipo del Barings Bank
*foto 2: Nick Leeson durante su extradición a Singapur

PS: A veces la historia está condenada a repetirse el pasado jueves 24 saltó una noticia similar aunque de menor alcance, esta vez afectando al banco francés Société Générale. Es curioso pero este post lo empecé a preparar el día de antes, cuando aún no se conocía la noticia.

posts relacionados:
- La burbuja de los tulipanes

http://en.wikipedia.org/wiki/Barings_Bank (In English)
http://www.riskglossary.com/link/barings_debacle.htm (In English)
http://en.wikipedia.org/wiki/Nick_Leeson (In English)

info sobre la película:
http://www.imdb.com/title/tt0131566/

5 comentarios:

Ramiro dijo...

Hola, muy buen artículo. Sin embargo, creo que el caso es diferente. En el caso de Barings, Nick Leeson era una persona con rango y galones. Sin embargo, la historia de Societe Generale no se sostiene por ningun lado. El tal Sr. Kerviel era un chispilla, uno más dentro de un departamento amplio, procedimentado y sujeto a control.
Sinceramente, huele desde el primer momento a cortina de humo del banco, para tapar algún agujero mayor. Si no es este el caso, mejor retirar en masa los fondos depositados en SocGen, ya que esta falta de control del riesgo atenta contra todos los fundamentos de la práctica bancaria.
Hablo con conocimiento de causa...

Anónimo dijo...

Cuando lees que grandes bancos han invertido el dinero de sus clientes en activos que ni ellos mismo entienden, pues no pueden ni valorarlos, ya podemos dar por segura la falta de políticas de control (de riesgo, de buenas prácticas y casi de lo que sea), ya que a la vista está lo ocurrido últimamente en los mercados de capitales. Lo malo es que el pato lo pagamos todos y esto no ayuda a limpiar la bolsa de kamikazes ni de sinvergüenzas.

Bovolo dijo...

Hola Ramiro,

Si, es cierto que este caso es diferente, de hecho como dijo Leeson en su biografia el pudo llegar a donde llegó, en parte porque la gente de Londres no se atrevía a hacer según que preguntas, por miedo a quedar como un idiota... ante él que era un "crack".

Pero este no parece el caso de Kerviel, parece un empleado joven y nada especial, aunque digan que era un experto en esquivar los mecanismos de control.

Sin duda lo de SocGen, es una noticia interesante, que tenemos la "suerte" de seguir en tiempo real ;-) Veremos a ver en que acaba la cosa.

Saludos y gracias por leerme.

Ramiro dijo...

hoy se ha destapado el porqué de la cortina de humo. uno de los consejeros llevaba 2 semanas vendiéndose paquetes de acciones a toda prisa... ¿casualidad?

Bovolo dijo...

Hola hpr,

Como le decía a Ramiro, veremos en que acaba la cosa, el caso Barings ya es un caso cerrado, pero este de SocGen está aún todo abierto, veremos en que acaba. Sin duda está bastante interesante, siempre y cuando no seas ni cliente ni accionista.

Saludos!